¿Por qué se traducen las patentes?
En esta breve historia de las patentes veremos cómo se ha llegado hasta el día de hoy, y la necesidad de la traducción de las mismas para su validación internacional.
En España es obligatorio traducir las patentes a nuestra lengua, para que tengan validez y sea reconocida (orden ETU 320/2018) . De la misma manera se realizará en otros países europeos o del mundo con patentes redactadas en español originalmente.
Algunos conceptos previos.
- El término patente deriva del latín
“patens o patentis”, que significa estar
abierto o ser accesible. - La patente es un privilegio otorgado por un estado. Permite explotar en
exclusiva un invento o sus mejoras, a
cambio de divulgar la invención. - El titular de una patente puede
impedir que otros hagan uso de la
tecnología patentada sin pagar previamente. - Las patentes están sujetas a derecho internacional y deben cumplir ciertos requisitos para ser efectivas en todas partes del mundo.

Orígenes de las patentes.
- Ciudad griega de Sibaris. Siglo III a. C. En el siglo III , Ateneo de Naukratis menciona que en esa ciudad se concedían derechos exclusivos de explotación a los creadores de platos culinarios únicos o de nuevas formas de lujo y exclusividades. Estos privilegios duraban un año. Pueden considerarse como unos primeros derechos de patente.
- República de Venecia. Año 1421. Filippo Brunelleschi, recibió una patente
para que una barcaza de vapor- Il Badalone- con mecanismo de elevación llevase mármol hasta la catedral a lo largo del río Arno . El privilegio le concedía poder quemar barcos similares durante tres años.
- República de Venecia. Año 1474, 19 de marzo. En esta fecha se establece el primer sistema el primer sistema de patentes codificado del mundo, con sus propias normas y regulaciones. Se concedían derechos por «cualquier dispositivo nuevo e ingenioso, no hecho anteriormente», siempre que fuera útil. Se protegía el derecho durante 10 años y se castigaba a quienes lo copiaran o utilizaran sin permiso.



Breve historia de las patentes en España
- La primera invención en contar con un privilegio en España, data de 1478 y fue otorgado por Isabel la Católica a D. Pedro Azlor, que era médico de la corte. Se trataba de un nuevo método para moler grano. Este privilegio le permitía la explotación exclusiva durante 20 años y establecía 50.000 maravedíes de multa a quienes copiaran el sistema.
- En 1826, el 27 de marzo, Fernando VII promulga un Real Decreto sobre patentes de invención. La primera patente española concedida fue al francés Jean Marie La Perriere, por un molinero de harina portátil movido a brazo.
- En 1902 se crea el Registro de la Propiedad Intelectual, y en 1975 se crea la OEPM, la actual oficina Española de Patentes y Marcas.


Patentes en la actualidad
El convenio de París de 20 de marzo de 1883 cambia para siempre la concepción de patente y se constituye lo que entendemos hoy por protección de derecho de la invención.
La Propiedad Industrial a partir del convenio de París, se protege de forma íntegra. Es decir, incluye no solo la patente, sino la marca, dibujos y modelos industriales, los modelos de utilidad, las marcas de servicio, los nombres comerciales, las indicaciones geográficas y por supuesto la represión de la competencia desleal. Este acuerdo internacional fue fundamental para empezar a proteger los derechos de los creadores en un mercado más amplio a nivel global.
En la década de 1980 se crean las primeras oficinas de patentes internacionales: la Oficina Europea de Patentes y la Oficina Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). De este modo, se pueden solicitar patentes en varios países al mismo tiempo. Esto propicia la necesidad de la traducción de las patentes en las lenguas nativas de los diferentes países.
Desde 1986 es obligatorio traducir las patentes en España, obligación que se reitera en la ley de 2015 y la orden de 2018 para garantizar la efectividad del derecho en nuestro país.

